Para los próximos diez años, el Gobierno británico tiene previsto reducir en un tercio las emisiones de gases de invernadero procedentes del sector inmobiliario. Para ello, el Ministerio de Energía y Cambio Climático del Reino Unido va a fomentar una tasación del inmueble que tenga en cuenta el aislamiento térmico, los paneles solares instalados y otras medidas de ahorro, sin las cuales la propiedad perderá valor de mercado.